RT by @anapalacio: A mi edad, y ya después de una década tratando de educar a jóvenes que, por lo general, no quieren ser educados, empiezo a ser consciente de la irreversibilidad de ciertos daños. Un complejo, una amargura, un secreto convertido en vergüenza... Cualquier dolor no digerido a tiempo y sedimentado a modo de residuo en el alma puede dar al traste con toda una promesa de existencia. En realidad, da igual niños que mayores: lo importante del mal no es cuándo empieza sino que nunca termina. La vida contagiada por esa enfermedad, anulada por esa tiniebla, puede devaluarse de tal modo que ya no quepa en ella nada de emocionante, nada de profundo, nada de intenso... De tal manera que la vida ya no sea vida y hasta la misma desesperación se agote y solo quede desesperanza. Carpe diem no significa vivir cada día como si fuera el último, por el simple hecho de que no suele serlo y porque un rato de extática borrachera te asegura varias horas de resaca. Disfrutar del día requiere conocimiento y dedicación, saber la receta y prepararla pacientemente para después poder degustarla con plenitud. Disfrutar del día requiere días, meses y años de preparación. Requiere, incluso, siglos, el conocimiento de los siglos que nos han precedido y que, en buena parte, nos explican y nos advierten. Un corazón que no se entiende está expuesto a demasiadas heridas y, en última instancia, como dice Carson McCullers en "La balada del café triste", condenado a encogerse o a ulcerarse "como el hueso de un melocotón."

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[2023-12-28 07:51 UTC]