En Hungría han dimitido la jefa del Estado y la ministra de Justicia, por la concesión durante la visita del Papa de un indulto a un director de un centro condenado, no por cometer, sino por ocultar un delito de pederastia de un subordinado.
La presidente Katalin Novak y la ministra Judith Varga, brillantes mujeres en los puestos supremos de la política húngara y de plena cercanía y confianza de Viktor Orban, dimiten y piden perdón por el error de ese indulto que ni siquiera afectó al pederasta.
Informo de esto para que se compare el grado de responsabilidad y dignidad que tienen y se exigen a sí mismos los miembros del partido conservador Fidesz de Orban y lo que es la gentuza de la banda malhechora que gobierna en España en la que no dimiten ni ahogados en el pozo séptico del oprobio y el delito.
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[2024-02-11 15:33 UTC]