Que Nadia Calviño vaya a ser la presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) demuestra cómo se ha hundido el código moral de la Unión Europea.
Ya se vio cuando nombró a Von der Leyen y a Borrell ambos afectados por oscuros casos de corrupción.
Calviño está literalmente enterrada en acusaciones gravísimas de corrupción que afectan a ella y su familia.
En la Europa de hace 30 años ninguno de los tres habría tenido la mínima posibilidad de acceder a un cargo más allá de la limpieza.

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[2023-12-07 09:01 UTC]